No a la C-40

Durante mucho tiempo me he inhibido de hablar o escribir en profundidad sobre este tema, porque es una de las discusiones que dividen al exilio. Sobre todo, al exilo histórico, con quienes mes siento profundamente identificado. Muchas personas que admiro y respeto, tienen una fe y sienten un fervor cuasi religioso por este documento que en mi modesta opinión les impide ver la tremenda amenaza que representa. Contrario a lo que muchos dicen, la constitución de Cuba de 1940 no fue una de las constituciones más avanzadas de su tiempo, no es ni siquiera una buena constitución. Me parece que es de hecho una pésima carta magna, un peligro para la nación cubana, y en estos artículos les diré por que con pelos y señales. Me he decidido finalmente a sentarme y escribir este artículo porque creo que se acerca el momento en que este peligro se puede materializar y es importante que seamos consientes de su magnitud. Se que lo que leerán a continuación puede ser desagradable para muchos y que probablemente se responda con múltiples ataques personales o magnificando alguna que otra falta ortográfica que disléxicamente se me haya escapado. Esto es algo que me tiene sin cuidado. Lo que quiero pedirles a los lectores lúcidos y de mente abierta, es que se fijen bien si las respuestas que se hagan se hacen cargo o no de los argumentos que aquí expongo. Quiero aclarar que escribo este artículo sin ánimo de ofender ni de cuestionar las buenas intenciones del movimiento C-40 ni de las personas que veneran dicho document. Lo hago simplemente con la intención de esclarecer y de poner en perspectiva el craso error que sería volver a esta nefasta constitución.

El principal argumento que se esgrime para el restablecimiento de la constitución de 1940 consiste en señalar que esta, nunca fue derogada. En 1976, la dictadura de Fidel Castro implantó a través de un muy cuestionable referendo, su constitución totalitaria; sin seguir los procedimientos legales para anular la vigente. Esto efectivamente es cierto y es sin duda alguna un muy buen argumento. Hoy, activistas del movimiento C-40 utilizan este legalismo para que los países de Europa y los Estados Unidos dejen de reconocer a la dictadura castrista y apoyen un proceso de transición. ¿Cual es el problema con esta propuesta? Ni los Estados Unidos, ni los países de Europa, ni la Unión Europea, van nunca a apoyar dicho proyecto a menos que el castrismo se los proponga. El mundo no se mueve en torno a este tipo de legalismos, el mundo se mueve a través de intereses. A pesar de la aparente rivalidad entre la dictadura de la familia Castro y los Estados Unidos; ni los Estados Unidos ni Europa han hecho nunca nada que verdaderamente ponga en peligro a la dictadura cubana. La familia Castro, más allá de sus puestas en escena, siempre se ha asegurado de que sus intereses estén bien alineados con los del “imperialismo Yanqui” y los de la Unión Europea.

El Castrismo, es una organización internacional que trasciende las fronteras de nuestra isla. Muchos ingenuamente piensan que supuestos países como Venezuela o Nicaragua son estados independientes que han decidido seguir el modelo del Socialismo del Siglo XXI. Esto, en mi opinión no es cierto; Venezuela y Nicaragua, simplemente no existen, son cascarones legales, y quien de facto y por fuerza gobierna estos territorios, es Alejandro Castro Espín y su círculo de asesores. Venezuela en particular, es un lugar sumamente rico, tiene las reservas de petróleo mas grandes del planeta, tiene además, minas de oro, coltán, uranio y muchos otros minerales esenciales para la industria y el comercio internacional. Al tener Castro el control de toda esta riqueza tiene el control de poderosos intereses internacionales, pues para tener acceso a ellas hay que contar con su bendición. A demás de todo esto, es un secreto a voces que Venezuela es uno de los puertos más importantes del mundo del narcotráfico. La Cocaína y la heroína, se producen en Colombia y Bolivia y salen por Venezuela rumbo a Europa, Estados Unidos y muchos otros países. Yo personalmente, no tengo nada en contra del comercio de drogas excepto quizás cuando se trata de algunos derivados del opio y de substancias muy tóxicas como el fentanyl. Creo que las personas una vez son adultas tienen el derecho a consumir lo que mejor les parezca y creo a demás que todos tienen el derecho a participar y lucrar de dicho mercado.  Si Castro controla Venezuela, y controla a las guerrillas colombianas. ¿Quién controla y custodia el narcotráfico en este continente? ¿Porque estaban Jorge Bergoglio y Barack Obama tan interesados en forzar la paz de Colombia en la Habana? ¿Quienes lavan el dinero del narcotráfico? ¿Habrá bajo la mesa un acuerdo con respecto a este tema? El dinero que produce el narcotráfico es de una magnitud astronómica y al ser un comercio ilegal y estigmatizado, se presta al chantaje, al secreto, y a la compra de lealtades. ¿Cuantas personas honorables y poderosas andarán participando en estos oscuros negocios? ¿Cuanto dependen las economías del lavado del pecado de estos verdes dólares? Quizás nunca se ha querido eliminar el narcotráfico, quizás solo se quiere controlar, encausar y usar como arma. Todo esto es relevante con respecto al tema constitucional porque al tener Castro en sus manos las riendas de tantos intereses, es impensable que un oscuro y semiambiguo legalismo cambie de repente el estatus quo, a menos que Castro así lo decida.  

Tengo muchas razones para oponerme a la restitución de la constitución de 1940 y expondré varias de ellas en estos artículos. Pero hay una razón en particular que tiene un peso mayor a todas las demás y que como dije constituye un peligro inminente para la nación cubana. Me refiero al Artículo 15 inciso a.

 “Art. 15- Pierden la ciudadanía cubana:

a)         Los que adquieran una ciudadanía extranjera.” 

Hoy, unos 3 millones de cubanos, aproximadamente un 20% de nuestra población, vive fuera de Cuba y la inmensa mayoría dentro de este grupo tiene ciudadanías de otros países. De reinstaurarse en Cuba la constitución de 1940 todas estas personas, dentro de las cuales me encuentro, perderíamos automáticamente el derecho a participar en la vida económica cívica y política dentro de la isla. Es decir, en un solo instante el exilio cubano, que con un enorme esfuerzo ha mantenido la cultura, las tradiciones, la esperanza y que ha mantenido económicamente a sus familiares dentro de la isla, seríamos multiplicados por cero y perderíamos nuestro derecho a ser legalmente cubanos. Yo me pregunto. ¿Como se puede decir que esta es una constitución para todos los cubanos, cuando se empieza anulando la ciudadanía y los derechos cívicos del exilio? Esto no es algo que me esté inventando yo, los mismos promotores del movimiento C-40 afirman que este es el caso y que, a demás, para recuperar la ciudadanía cubana tiene uno que renunciar a la ciudadanía del país al que se ha acogido. Yo, no puedo hablar por el resto del exilio. Es posible que, en un acto insólito de nacionalismo, a los cubanos que viven alrededor del mundo, les de por renunciar masivamente a sus propiedades y a sus ciudadanías estadounidenses, españolas, francesas o guatemaltecas, para así acogerse a esta nueva ciudadanía cubana e irse a la isla a sacarla del pantano. Yo personalmente, no lo voy a hacer, yo me voy a quedar con mi ciudadanía norteamericana y me voy a seguir acogiendo a los derechos y las garantías constitucionales que ofrece este país, y dudo que los demás no hagan lo mismo. Pienso que el exilio cubano debe cumplir un rol fundamental en la reconstrucción de una Cuba postcastrista. En términos de capital humano, de saber hacer y de inversión económica, nuestra participación es esencial en la creación de una nueva Cuba. Nosotros somos los dolientes, somos los únicos a quienes verdaderamente les interesa que el país se recupere. Volver a la constitución del 40 e impedir nuestra participación en dicha reconstrucción, es prácticamente un nacionicidio. Van a vender la isla en pedazos y van a dejar a los cubanos por fuera como la guayabera.

Tendemos a pensar que va a ser el exilio y los cubanos que dentro de la isla luchan por la libertad, quienes restituirán la constitución de 1940. Pocos hemos imaginado que dicha restitución se haga desde el castrismo como parte del cambio fraude. A pesar de tener el poder económico y militar que sin dudas tienen, hoy más que nunca la dictadura castrista está en grandes aprietos. La brujería ideológica ya no funciona, nadie cree en el régimen y todo el mundo tira pa su lao. Alejandro Castro, necesita una refundación creíble de su dictadura, una retirada estratégica, una pantomima democrática. Esto es muy peligroso, pues para lograrlo, debe mantener el control de las fuerzas armadas y la hegemonía económica, pues sin la hegemonía económica no tiene el control del ejército ni de las fuerzas represivas. Es por esta razón, que la miseria en Cuba es una política de estado y un método de control. En una apertura económica frente a un exilio empoderado esta hegemonía se disuelve; tiene por fuerza que anular al exilio. A mi no me cabe la menor duda que el retorno a la C-40 es una de las salidas que se han estudiado para la continuidad el Castrismo. Si se anula al exilio la única oposición posible es la que ellos controlen y financien, los que arroyen al ritmo que ellos mismos tocan. Es decir, solo se permitirán los siguientes oponentes:

La comitiva intuitiva

de crítica constructiva,

los reformistas marxistas,

la compañera. ¿La artista?

¿La de agenda feminista?

Ofendidos transexuales,

fervientes antirracistas,

comunistas reciclados

en tristes ambientalistas.

El cambiofraudismo mismo,

un grupo de animalistas

y algunos representantes

de obreros guiaturistas.

Y el que de verdad se oponga

a esta pluralista conga,

que tumbe o mejor se esconda

que esta conga no es pa el.

Esta es la conga del pueblo.

¡Esta conga, es de Fidel!

Disculpen, no lo pude evitar, pero como les decía. En el caso de un retorno a una supuesta democracia bajo la constitución del 40, la única fuerza política que tendría amplio financiamiento, disciplina, estructura y organización serían el castrismo y el castrismo maquillado, no cabe otra. A demás, la C-40 no es una constitución comunista, pero si es una constitución hecha para transitar hacia el comunismo. La asamblea constituyente que redactó la constitución del 40 fue muy plural. Aprovechándose de este espíritu de inclusión y tolerancia, los comunistas lograron minar la constitución de los vacíos, ambigüedades y políticas estratégicas, para gradualmente llevar al país a un régimen totalitario. Solo tenían que poner a las personas indicadas en el poder. Pero el partido comunista, a pesar de tener una inmensa influencia en la sombra, no tenía a las instituciones lo suficientemente infiltradas y los políticos cubanos, corruptos o no, tenían una real vocación de servicio, y grandes valores patrióticos. Estos valores se promovieron y enseñaron desde la llegada de la independencia de una manera cuasireligiosa. Esta es probablemente la razón por la que el comunismo en Cuba no se pudo implantar de manera escalonada, sino que fue de un trancazo.

La constitución del 40 con el pretexto de ayudar a los pobres, amplió enormemente el tamaño del estado, y el acceso de los políticos al dinero de los contribuyentes. Una formula perfecta para incentivar la corrupción. Por esta razón, no es de sorprender que después de 1940, el gansterismo político en Cuba se incrementó; ya que el botín a capturar y repartir era mucho mayor bajo los nuevos parámetros. A pesar de todo esto, Cuba durante esta época vivió una etapa de bonanza y crecimiento económico sin precedentes. Es probablemente por esta razón que muchos asocien este crecimiento con la instauración de la C-40. Pero la bonanza económica de estos años se produjo en parte, gracias al crecimiento económico de Estados Unidos y gracias también al espíritu de trabajo y de emprendimiento de los cubanos. La bonanza económica de las décadas del 40 y el corto período constitucional del 50, no fueron gracias a, sino a pesar de, la constitución de 1940.

Yo quisiera que, si algunos no están de acuerdo con lo que aquí estoy diciendo, aunque me insulten y me digan hasta barriga verde; se tomaran también el trabajo de abordar lo que digo con respecto al artículo 15 inciso a. Ya que este es el punto mas importante y mas peligroso con respecto a este tema, y quiero a demás que me digan si en caso de implementarse la C-40, van a renunciar a sus ciudadanías francesas, españolas, italianas o norteamericanas para optar a la endeble e hipotética ciudadanía cubana.

En el próximo artículo, abordaré otros aspectos de la C-40 y explicaré con detalle por que en mi opinión es una pésima constitución; no sin antes explicar cuales son los parámetros que uso para definir el estado y cual debe ser la función de una buena carta magna. Si quieren enterarse, no dejen de estar atentos, y de seguir y darle like a Cuba de Blanco en Facebook.

Sandro Guerra García.    

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